Última actualización: 13 febrero, 2024 - 07:48 pm
La relación de pareja es algo emocionante, pero no exento de obstáculos. En algunos momentos, esos desafíos pueden llevarnos a una crisis que pone a prueba nuestra fortaleza emocional y nuestra capacidad para enfrentar la adversidad.
El Ciclo de la Crisis de Pareja
Cuando una relación entra en crisis, es común experimentar una montaña rusa emocional. Desde la incredulidad y la negación hasta la tristeza y la ira, las emociones pueden oscilar de un extremo a otro, dejando a las partes involucradas sintiéndose desorientadas y abrumadas. Durante una crisis de pareja se puede pasar por una serie de etapas que podemos ver a continuación:
- Negación: Al principio, es posible que las parejas se nieguen a reconocer que están experimentando problemas. Pueden minimizar los problemas o buscar excusas para justificar su situación.
- Shock y Confusión: Cuando la realidad de la crisis se hace evidente, es probable que las parejas se sientan aturdidas y confundidas. Pueden experimentar una sensación de incredulidad y preguntarse cómo llegaron a este punto en su relación
- Tristeza y Dolor: A medida que la realidad de la situación se asienta, es probable que las parejas experimenten emociones intensas de tristeza y dolor. Pueden sentirse abrumadas por la pérdida de lo que una vez fue y con miedo del futuro incierto.
- Ira y Resentimiento: La ira es una emoción común durante la crisis de pareja. Las parejas pueden sentirse resentidas por las acciones del otro o enfadadas por la situación en su conjunto. La ira puede manifestarse de diferentes formas, desde discusiones hasta comportamientos destructivos.
- Aceptación y Compromiso: A medida que las parejas procesan sus emociones y trabajan juntas para superar la crisis, pueden llegar a un lugar de aceptación y compromiso. Esto implica reconocer la realidad de la situación y comprometerse a trabajar juntos para encontrar una solución.
Impacto en la Salud Mental
La crisis de pareja puede tener un impacto importante en la salud mental de las personas implicadas. Durante este período, es normal experimentar diversos tipos de emociones intensas que pueden desencadenar problemas de salud mental.
- Estrés: La tensión y la inseguridad asociadas con una crisis de pareja pueden generar un nivel significativo de estrés. Preocupaciones sobre el futuro de la relación, la posibilidad de separación o divorcio, y la reorganización de la vida cotidiana pueden contribuir a un aumento en los niveles de estrés.
- Ansiedad: La ansiedad es otra reacción común durante una crisis de pareja. Las personas pueden sentirse nerviosas o inquietas ante la incertidumbre del futuro de su relación. Los pensamientos recurrentes sobre los problemas en la pareja y la falta de control sobre la situación pueden alimentar la ansiedad.
- Depresión: La tristeza profunda y la sensación de pérdida que acompañan a una crisis de pareja pueden desencadenar síntomas de depresión. Las personas pueden experimentar una disminución en el interés por actividades que antes disfrutaban, cambios en el apetito o el sueño, sentimientos de desesperanza y una baja autoestima.
- Impacto en la Autoestima: La forma en que una persona percibe su valía y su autoestima puede verse afectada durante una crisis de pareja. Los conflictos y las dificultades pueden llevar a sentimientos de inadecuación y autocrítica, lo que puede generar un daño en la autoimagen y la confianza en uno mismo.
- Aislamiento Social: Durante una crisis de pareja, es posible que las personas se sientan más inclinadas a retirarse socialmente. El miedo al juicio de los demás o la vergüenza por los problemas en la relación pueden llevar al aislamiento social, lo que a su vez puede empeorar los síntomas de depresión y ansiedad.
Es importante reconocer los signos de estrés, ansiedad y depresión durante una crisis de pareja y buscar apoyo profesional si es necesario. Un terapeuta puede proporcionar orientación y herramientas para controlar las emociones difíciles y trabajar hacia la recuperación emocional y la resolución de problemas en la relación.
Cómo Superar una Crisis de Pareja
En los momentos difíciles en una relación, es decisivo contar con estrategias efectivas para enfrentar los desafíos y poder fortalecer el vínculo entre las parejas. Aquí podemos ver alguno de estas estrategias que pueden ayudar en una crisis de pareja:
- Comunicación Abierta y Honesta: La comunicación es importante para superar una crisis de pareja. Es primordial hablar abierta y honestamente sobre los problemas que se enfrentan y trabajar juntos para encontrar soluciones.
- Buscar Apoyo Profesional: A veces, superar una crisis de pareja requiere la ayuda de un terapeuta o consejero matrimonial. Estos profesionales pueden proporcionar orientación imparcial y herramientas prácticas para mejorar la relación.
- Practicar el Autocuidado: Durante tiempos difíciles, es importante cuidar de uno mismo. Esto puede incluir actividades como ejercicio regular, tiempo de calidad con amigos y familiares, y prácticas de relajación como la meditación o el yoga.
La crisis de pareja puede ser una experiencia desafiante y emocionalmente agotadora, pero también puede ser una oportunidad para el crecimiento y la renovación. Con una comunicación abierta, apoyo profesional y compromiso mutuo, las parejas pueden superar la adversidad y fortalecer su relación en el proceso.
Preguntas frecuentes
Sí, es común que las personas se sientan culpables durante una crisis de pareja. Sin embargo, es importante recordar que la culpa no siempre es útil y que es importante trabajar en formas constructivas de abordar los problemas.
No hay un tiempo definido para superar una crisis de pareja, ya que cada situación es única. Sin embargo, con el apoyo adecuado y el compromiso mutuo, muchas parejas pueden superar la crisis y fortalecer su relación en el proceso.
En Centre Sukha exploramos lo desconocido y te ayudamos a superar los problemas con éxito aprendiendo de todo el proceso.
ISSN: 2938-1541
Fundadora y directora de Centre Sukha con Núm. Colegiada: 24465 por el Colegio Oficial de Psicólogos de Catalunya.
Durante su carrera profesional se ha enfocado en trabajar con diferentes problemáticas como trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, TDAH, bullying, problemas de conducta, traumas, problemas de autoestima etc. Especialidades: Psicóloga General Sanitaria · Terapeuta EMDR · Especialista en Trastornos Alimentarios y Obesidad · Especialista en TDAH (infanto-juvenil y Adultos).