Centre Sukha

Última actualización: 8 febrero, 2024 - 03:42 pm

La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que conviven en el intestino, realizando funciones beneficiosas para nosotros siempre que estén en equilibrio. La microbiota comienza a formarse desde el embarazo y continúa durante los próximos años de vida.

Beneficios de la microbiota intestinal

Tiene muchas funciones beneficiosas para nosotros como:

  • Protegernos, ya que impide que haya un crecimiento de las denominadas bacterias oportunistas las cuales están presentes en el intestino pero con un aumento restringido.
  • Mantener la mucosa intestinal sana (por donde se absorben los nutrientes).  
  • Producir vitaminas a causa de las funciones metabólicas que tiene.
  • Producir otras sustancias como los ácidos de cadena corta: butirato, propionato, acetato… que también tienen funciones beneficiosas como antiinflamatorios y ayudan al funcionamiento del hígado, entre otras.

 

Microbiota intestinal

Microbiota y enfermedades gastrointestinales

Síndrome de intestino irritable

Es un trastorno que afecta al intestino grueso. Se ha podido demostrar que hay grandes diferencias en la microbiota de pacientes que sufren de este trastorno en comparación a pacientes sanos.

Los pacientes con síndrome del intestino irritable tienen menos Lactobacillius y Bifidobacterium con respecto a los pacientes sanos. Estas dos bacterias se unen a las células epiteliales e impiden que se adhieran bacterias patógenas y no producen gas al fermentar los hidratos de carbono.

Enfermedad de Crohn

Numerosos estudias han demostrado la presencia de un cambio en las funciones y en la composición de los microorganismos que cubren toda la parte interior de los intestinos (microbiota), en pacientes que padecen la enfermedad de Crohn en comparación con las personas que no lo padecen.

Enfermedad celíaca

Se trata de un trastorno digestivo que causa daños en intestino delgado. En esta enfermedad, la disbiosis, al igual que en la Enfermedad de Crohn, es un factor de riesgo.

Esteatohepatitis no alcohólica

La esteatohepatitis no alcohólica o hígado graso no alcohólico es una disposición a acumular exceso de grasa en el hígado.

Factores que pueden influir a la hora de tener microbiota intestinal alterada

En el equilibrio de la microbiota influyen muchos factores como; estrés, gestión emocional, descanso, sueño, alimentación, actividad física, medicamentos y antibióticos, alcohol y tabaco, contaminación. 

Cuando la microbiota está alterada por uno o varios factores que se dan a lo largo de la vida, genera sintomatología tanto digestiva (exceso de gases, estreñimiento, diarrea, hinchazón, dolor y molestias abdominales, intolerancias y sensibilidades alimentarias) como extra-digestiva (cansancio, malabsorción de nutrientes, estrés, inflamación, problemas en la piel, acné…). Esta alteración de la microbiota se llama disbiosis, y está muy relacionada con la actividad del sistema inmune, ya que ambos se ayudan entre sí.

Cómo se puede mejorar la microbiota intestinal

Los cambios en el estilo de vida muestran mejoría en la microbiota intestinal

Microbiota intestinal y cerebro

El intestino y el sistema nervioso están relacionados de manera bidireccional, es decir, el intestino influye sobre el cerebro y viceversa. Esta conexión se debe al nervio vago, el sistema inmune, las hormonas y los neurotransmisores.

Microbiota intestinal, alimentación y cerebro

En el cerebro se producen reacciones químicas en las que ayudan vitaminas y minerales, por lo que una alimentación completa y una buena absorción intestinal influyen directamente en la producción de neurotransmisores, como la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.

Un desequilibrio en la microbiota intestinal hace que el sistema inmune esté en alerta constantemente, produciendo así inflamación constante y, por tanto, más síntomas de cansancio y niebla mental. Esta inflamación puede llegar al cerebro afectando a la concentración, memoria, motivación…

Por lo que, en resumen, una alteración de la microbiota y/o las digestiones afecta directamente al funcionamiento cerebral, al estrés y a las emociones. El estrés y las emociones influyen directamente en el aparato digestivo y este influye en las mismas.

A su vez, el estado de la microbiota y las digestiones se relacionan con el sueño, el estrés y las emociones dado que también se producen neurotransmisores en el intestino. Además de las reacciones para producir neurotransmisores, también hay vitaminas, minerales (como B6, magnesio, triptófano…) y otros nutrientes que ayudan. Por lo tanto, si no hay una buena absorción se pueden dar una serie de síntomas físicos como también psicológicos y emocionales.

Alimentos buenos para la microbiota

      • Frutas
      •  Verduras
      • Cereales integrales 
      •  Legumbres
      • Setas
      • Frutos secos

Alimentos malos para la microbiota

      •  Alcohol
      • Edulcorantes
      • Bollería industrial
      • Bebidas carbonatadas
      • Consumo excesivo de probióticos

Desde hace ya un tiempo, numerosas investigaciones se han centrado en estudiar la importancia de la inflamación en los estados depresivos, ya que se ha observado que un porcentaje alto de la población no mejora con un tratamiento con antidepresivos.

Hay estudios en los que se ha observado que la depresión se puede deber a zonas inflamadas del cerebro y esta inflamación genera estados de apatía y tristeza.

También algunos estudios han demostrado que la microbiota intestinal desempeña un papel muy importante en la regulación del estado de ánimo y la ansiedad.

Así, el nuevo concepto de eje microbiota-intestino-cerebro sugiere que el tratamiento y la regulación de la microbiota intestinal puede ser una estrategia muy eficaz para el desarrollo de nuevas propuestas terapéuticas y/o farmacológicas para los trastornos del sistema nervioso central.

Microbiota intestinal y stress

El ritmo de vida que llevamos nos lleva a altos niveles de estrés y a una mala alimentación, por lo que una de las consecuencias de esto es una inflamación constante que genera deterioro a nivel neurológico y que afecta directamente al estado de ánimo, pudiendo generar o potenciar síntomas depresivos.

Conclusiones

Aunque hay la certeza que confirma la relación entre la microbiota y el sistema nervioso central (SNC), aún se tiene que establecer qué papel realiza en la patogenia de algunas enfermedades neurológicas. 

 Por lo que, cuando se nos presentan síntomas de alteraciones en el estado de ánimo o/y depresión, es importante realizar un buen diagnóstico para realizar el tratamiento, tanto psicológico como farmacológico, que sea más acorde al problema.  

Por eso es importante que se haga un buen diagnóstico y haya una buena supervisión y seguimiento del caso y evitar así que pueda haber una mala evolución con un tratamiento habitual. De esta forma, se puede ir revisando el proceso de forma individual y se pueden ir incluyendo cambios en los tratamientos. 

 En este tipo de casos es de gran importancia la cooperación de un equipo multidisciplinar, para que de esta forma el tratamiento también lo sea e incluya tanto el ámbito psicológico como el psiquiátrico y el nutricional.

  • Cuándo ha sufrido estrés, ¿has notado alguna alteración digestiva?
  • Si has sufrido alguna alteración digestiva, ¿has notado que ha afectado a estar más cansado/a o desmotivado/a?
  • Si has tenido síntomas del estado de ánimo y a su vez síntomas digestivos ¿has pensado que son síntomas de diferentes problemáticas y no tienen relación?

Preguntas frecuentes

Es en el intestino donde encontramos las bacterias que educan a nuestro sistema inmunológico a protegernos.

La microbiota tiene muchas funciones, en resumen, nos ayuda a obtener los nutrientes de los alimentos, puesto que las bacterias que componen la microbiota, son las encargadas de digerir todo aquello que nosotros consumimos. Al realizar este proceso hacen que se fabriquen los ácidos grasos de cadena corta, los cuales son antinflamatorios y estos activan las células del intestino haciendo que produzcan vitaminas. Otra de las cosas que producen estas bacterias son los neurotransmisores como es la serotonina, la encargada de permitirnos estar de buen humor, dormir bien, no sufrir depresión, etc.

Por una parte, si que podría revertirse, pero, con los antibióticos se pueden perder bacterias para siempre. Esto no quiere decir que tengamos que dejar el consumo de antibióticos cuando sea necesario, pero podemos reforzarlos con frutas, verduras, probióticos etc. los cuales limitarán el daño que pueda sufrir la microbiota.

Es importante tener en cuenta que, no hay que esperar a terminar la pauta de antibiótico, sino que, la microbiota sufrirá menos daño si el mismo día que empezamos a tomar el antibiótico empezamos el consumo de un probiótico.

Referencias

Palepu, M. S. K., & Dandekar, M. P. (2022). Remodeling of microbiota gut-brain axis using psychobiotics in depression. European Journal of Pharmacology, 175171.301318 101943. https://doi.org/10.1016/j.ejphar.2022.175171

 

 

ISSN: 2938-1541

Nutricionista Miriam Vitoria Losantos

Miriam Vitoria Losantos

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Graduada en Nutrición Humana y Dietética. Colegiada Num. Colegiada: CAT001286. Nutricionista en Centre Sukha. Autora del libro: "Mi Ciclo Menstrual"