A pie de calle, podemos escuchar conversaciones del tipo: ‘se te va a pasar el arroz’; ¿te ha llegado el instinto de ser madre?; ¿y tú para cuándo? (cuando alguien tiene pareja o en edad fértil); ‘Todas las mujeres nacen con instinto’ o ‘Es muy egoísta no querer tener hijxs’…
La posibilidad de que una mujer pueda plantearse su deseo materno, puede verse condicionado por múltiples causas y sobretodo por las presiones sociales, familiares y/o socioculturales del contexto en el cual vive.
En este sentido, es un tema muy importante de visibilizar la experiencia de no ser madre, por decisión propia, por circunstancias o deseo no cumplido. Poder ver la maternidad como una opción libre y no como un destino por el hecho de ser mujer.
Testimonio de Xusa Sanz, en el artículo del Diario.es:
“Las mujeres sin hijos nos enfrentamos al pensamiento colectivo de que no estamos completas y a los comentarios que nos auguran que nos arrepentiremos de nuestra elección. También a preguntas intrusivas sobre nuestras vidas y a la presión constante de familiares, amigos e incluso de personas desconocidas”. Infante, C. (2024, enero 22).

¿Es la maternidad una elección libre o un mandato impuesto a las mujeres?
Aunque debería ser una decisión personal, la presión social, cultural y familiar sigue condicionando profundamente el deseo (o no) de ser madre.
Para ello es importante recordar la historia de dónde venimos realizando un breve repaso histórico y cultural de cómo se ha construido el ideal de mujer madre como ‘único camino válido’. A lo largo de la historia muchas mujeres se han sentido ahogadas con el mandato social de ser mujer, buena esposa, buena madre, buena hija… y añadiendo la carga de la labor en el hogar como cuidadoras de todos menos de una misma.
Sin un lugar, sin ser vistas sus necesidades e incluso muchas casi sin más identidad de ser madres. Por ello, las luchas feministas de los años 60 que ocurrieron principalmente en Estados Unidos y Europa Occidental, marcó el inicio de una segunda ola de feminismo centrada más allá del voto, sino en los derechos reproductivos, anticonceptivos, aborto, derecho al divorcio, cuerpo, trabajo y autonomía.
En España con la dictadura, eran clandestinas estas luchas feministas que se amplificaron más en los 70 al igual que en América latina, por el contexto político de represión y dictadura dificultó más su propagación. Cabe recordar con todos estos avances, que incluso hoy día todavía en muchos lugares y culturas, sigue siendo el modelo impuesto o dominante, el ser madre para la mujer.
Visibilizar esta construcción permite abrir otras formas legítimas de ser mujer, sin importar el origen, cultura o proyecto vital que cada una decida en su vida.
Por todo ello, los motivos por los que una mujer no es madre puede ser como elección propia y consciente, como una parte más de su sexualidad (Fernández Lorenzo, Olza & Carmano, 2020). Hoy día la mujer puede decidir en qué momento plantearse ser o no madre, aunque el peso de las circunstancias va a tener un impacto directo en su decisión.
Su salud y fertilidad, su situación económica y de vivienda, tener pareja o no. Y no tan sólo estas variables, la historia que haya vivido esta mujer en referencia a sus padres puede ser un factor que determine el proyecto de ser madre según la vivencia. Su orientación sexual, como el caso de las parejas lesbianas. El dolor de haber vivido algunapérdida gestacional. El no tener un entorno favorable, que sostenga o dónde poder delegar el cuidado.
Indudablemente todo ello conlleva mayoritariamente a un silencio por parte de la sociedad ante esa decisión. A la par, que esa mujer pueda experimentar un duelo por no haber vivido la experiencia y además, por elegir algo que va ‘fuera de lo esperable ‘con sentimientos de ambivalencia, a veces alivio o culpa.
Es interesante crear otras formas de ver el cuidado más allá de la creación de un legado, realizarse más allá de la maternidad, construir un sentido vital ejerciendo cuidado y afecto fuera del rol materno creando comunidad y lazos afectivos.
En definitiva, la no maternidad no debe entenderse como un único camino y decisión puntual sino como un camino atravesado por múltiples decisiones y matices, el cual debe ser respetado y no juzgado. Es una elección digna, completa y valiosa, para ello es necesario crear espacios dónde poder hablar sobre el no ser madre, grupos de mujeres que puedan compartir validando todas las experiencias: de las que no desean, las que no pueden o de las que si desean.
¿Te has sentido alguna vez juzgada por no haber sido madre o por no querer serlo?
¿Cómo ha influido tu entorno en tu relación con la maternidad (o no maternidad)?
¿Qué espacio necesitas tú para que tu decisión vital sea escuchada y respetada?
Preguntas frequentes
No. Decidir no ser madre es una elección personal y válida, basada en el propio proyecto de vida, no en el deber de cumplir expectativas ajenas.
Sí. Incluso cuando es una decisión consciente, pueden aparecer emociones ambivalentes como tristeza, alivio o culpa, que merecen ser escuchadas y respetadas.

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ISSN: 2938-1541

Fundadora y directora de Centre Sukha con Núm. Colegiada: 24465 por el Colegio Oficial de Psicólogos de Catalunya.
Durante su carrera profesional se ha enfocado en trabajar con diferentes problemáticas como trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, TDAH, bullying, problemas de conducta, traumas, problemas de autoestima etc. Especialidades: Psicóloga General Sanitaria · Terapeuta EMDR · Especialista en Trastornos Alimentarios y Obesidad · Especialista en TDAH (infanto-juvenil y Adultos).