Tradicionalmente, los videojuegos se han relacionado con adolescentes o jóvenes. Sin embargo, cada vez más investigaciones y experiencias demuestran que también pueden ser muy beneficiosos para las personas mayores. En los últimos años, su uso ha empezado a formar parte de algunas intervenciones terapéuticas y programas de envejecimiento activo. Lejos de ser una distracción sin valor, jugar puede convertirse en una fuente de estimulación cognitiva, emocional y social que mejora la calidad de vida en la vejez.

¿Cómo pueden los videojuegos beneficiar la salud psicológica de las personas mayores?
A medida que envejecemos, es natural que algunas funciones cognitivas empiecen a ralentizarse y que los niveles de actividad social o emocional puedan disminuir, especialmente si aparecen situaciones de pérdida, enfermedad o aislamiento. Ante este panorama, el uso de videojuegos ha emergido como una herramienta complementaria con potencial terapéutico. Numerosas investigaciones indican que ciertos tipos de videojuegos pueden mejorar la memoria, la atención, el estado de ánimo e incluso ayudar a prevenir el deterioro cognitivo.
Además, más allá de los beneficios individuales, los videojuegos también se están utilizando como recursos en intervenciones psicológicas grupales, en centros de día o en residencias, donde fomentan la interacción social, el sentido de pertenencia y el disfrute compartido. A continuación, exploramos algunas de las claves que explican por qué cada vez más psicólogos y profesionales del envejecimiento activo están incorporando los videojuegos en sus recomendaciones.
Estimulación cognitiva y prevención del deterioro
Uno de los principales beneficios psicológicos del uso de videojuegos en la tercera edad es la estimulación de funciones cognitivas. Juegos de lógica, estrategia, rompecabezas o entrenamiento cerebral ayudan a mantener activas áreas clave como la memoria de trabajo, la velocidad de procesamiento o la capacidad de atención. Estos juegos, al requerir concentración, planificación y toma de decisiones, se convierten en ejercicios mentales que fortalecen el funcionamiento cerebral.
Además, algunos videojuegos están siendo diseñados específicamente con fines terapéuticos, incluyendo herramientas que permiten detectar señales tempranas de deterioro cognitivo, como el alzhéimer o el párkinson. En estos casos, los videojuegos pueden formar parte de una intervención preventiva dentro del ámbito de la psicología de la salud o la neuropsicología.
Bienestar emocional: motivación, autoestima y disfrute
El juego también tiene un impacto directo en la salud emocional. Participar en actividades lúdicas genera placer, reduce el estrés y mejora el estado de ánimo. En el caso de las personas mayores, este tipo de experiencias puede ser especialmente relevante, ya que muchas veces se enfrentan a sentimientos de apatía, soledad o pérdida de motivación.
Los videojuegos ofrecen pequeños retos, objetivos alcanzables y recompensas simbólicas que estimulan el sistema de recompensa del cerebro. Esto contribuye a mantener el interés, aumentar la autoestima y reforzar una sensación de competencia. En psicología, sabemos que mantener activos estos refuerzos positivos es clave para prevenir cuadros depresivos y promover un envejecimiento saludable.
Conexión social y reducción del aislamiento
Desde una perspectiva psicosocial, los videojuegos pueden actuar como una vía para conectar con otras personas. Ya sea jugando en pareja, con nietos, en línea o en sesiones grupales, el componente social del juego favorece la comunicación, el vínculo afectivo y la participación en una actividad compartida. Esto tiene un valor incalculable en términos de prevención de la soledad, uno de los principales factores de riesgo en la salud mental de las personas mayores.
Además, para muchas personas, aprender a jugar supone también un desafío que rompe con la rutina y con los estereotipos negativos asociados a la edad. En psicología, hablamos del concepto de autoeficacia percibida: la confianza en que uno es capaz de hacer cosas nuevas. Y esto, aunque parezca algo pequeño, tiene un efecto muy positivo en la autoestima y la percepción del propio envejecimiento.
Beneficios físicos con impacto emocional
Aunque pueda sorprender, algunos videojuegos tienen componentes físicos que, además de mejorar la movilidad y la coordinación, tienen un claro impacto emocional. Juegos que implican moverse, bailar o realizar gestos con el cuerpo pueden convertirse en una forma divertida y accesible de hacer ejercicio. Esto no solo tiene beneficios en la salud física, sino que también mejora la imagen corporal, reduce la ansiedad y genera una sensación de vitalidad y autonomía.
Desde la psicología de la salud se reconoce el valor del movimiento como factor protector frente al malestar psicológico, y en este caso, los videojuegos pueden ser una forma creativa de incorporarlo a la rutina diaria, especialmente para personas que ya no pueden realizar otras actividades físicas más exigentes
Una herramienta terapéutica que derriba barreras
En definitiva, los videojuegos están empezando a ocupar un lugar relevante como herramienta de intervención en psicología con personas mayores. Si bien no sustituyen otros tratamientos o recursos terapéuticos, pueden ser un excelente complemento en procesos de estimulación cognitiva, prevención de la depresión o intervención en contextos de aislamiento social.
Lo más interesante es que se trata de una herramienta adaptable, accesible y que puede ajustarse al ritmo de cada persona. Por eso, cada vez más psicólogos/as incorporan recomendaciones lúdicas y tecnológicas como parte de sus intervenciones, normalizando el juego como un recurso válido y eficaz en todas las etapas de la vida.
Los videojuegos pueden ser mucho más que un pasatiempo para los mayores: son una vía de estimulación mental, conexión emocional y crecimiento personal. Su uso en el ámbito de la psicología de la salud representa una oportunidad para trabajar el bienestar desde una perspectiva innovadora, divertida y adaptada al contexto actual. En lugar de pensar que son “cosas de jóvenes”, tal vez deberíamos empezar a verlos como “herramientas para todos”.
Preguntas frequentes
No, muchos videojuegos tienen una curva de aprendizaje accesible y pueden ser disfrutados desde el primer momento, especialmente si se acompañan al inicio.
Sí, pueden ser una herramienta útil en intervenciones psicológicas para trabajar la estimulación cognitiva, la motivación o la mejora del estado de ánimo.

En Centre Sukha exploramos lo desconocido y te ayudamos a superar los problemas con éxito aprendiendo de todo el proceso.
ISSN: 2938-1541

Fundadora y directora de Centre Sukha con Núm. Colegiada: 24465 por el Colegio Oficial de Psicólogos de Catalunya.
Durante su carrera profesional se ha enfocado en trabajar con diferentes problemáticas como trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, TDAH, bullying, problemas de conducta, traumas, problemas de autoestima etc. Especialidades: Psicóloga General Sanitaria · Terapeuta EMDR · Especialista en Trastornos Alimentarios y Obesidad · Especialista en TDAH (infanto-juvenil y Adultos).