Centre Sukha

¿Te ha pasado alguna vez que te has sentido sin energías o de mal humor sin saber el por qué? A veces creemos que hay una única razón que explica cómo nos sentimos, pero en ocasiones ese malestar puede ser el resultado de pequeñas cosas que se han ido acumulando poco a poco, por ejemplo, a través de rutinas que no nos hacen sentir bien.

Para hacer más agradables nuestras rutinas y mejorar nuestra sensación de bienestar no siempre debemos hacer grandes cambios, a veces incorporar pequeños hábitos puede darnos el equilibrio emocional que necesitamos.

Hábitos

Un buen día empieza la noche anterior:

El descanso es un elemento básico para nuestro bienestar. Cuando dormimos mal, podemos sentir que todo nos cuesta más al día siguiente, que tenemos menos paciencia o que estamos más sensibles. Intenta mantener un horario de sueño regular, cena alguna cosa ligera y evita el uso de pantallas media hora antes de meterte en la cama, lee un libro o baja la intensidad de la luz, regala a tu cuerpo y a tu mente el momento de descanso que merecen.

Mueve tu cuerpo:

No hace falta que te machaques en el gimnasio ni que hagas una maratón. Prueba simplemente a caminar 10 minutos al día, hacer algún estiramiento o subir por las escaleras en lugar de en ascensor. El movimiento nos ayuda a liberar tensiones y a despejar la mente en momentos de más agitación o cansancio mental.

Haz de la comida un momento para cuidarte:

No se trata de seguir una dieta específica, sino de prestar atención a lo que comemos y cómo esto nos hace sentir. Reducir los ultraprocesados e incluir más fruta y verdura a nuestra alimentación tiene un impacto positivo en nuestra salud, no solo física sino también, mental debido a las propiedades de los alimentos frescos.

Bajar del volumen digital:

¿Alguna vez has escuchado eso de que hace falta desconectar para poder conectar? Durante el día pasamos muchas horas delante de pantallas, y eso tiene un efecto real en cómo nos sentimos. Intenta dedicar una pequeña franja del día a realizar actividades que no incluyan pantallas (leer, cocinar, pasear…), un rato sin notificaciones puede ser un descanso para nuestra mente.

Exponte a la luz natural

A veces el ritmo de vida nos puede llevar a ir de casa al trabajo y del trabajo a casa, casi sin dejarnos tiempo para ver la luz del día. Es normal que esto pueda influir de manera negativa a nuestro bienestar y nos haga sentir cansancio. La luz del sol, especialmente por la mañana, nos ayuda a regular nuestro reloj biológico y a segregar serotonina, que es una hormona que favorece a nuestro estado de ánimo. Abrir una ventana por la mañana o buscar unos minutos para salir a la calle puede marcar la diferencia.

Escribe algo positivo del día

Al final del día prueba a escribir alguna cosa buena que te haya pasado, puede ser una conversación agradable, algo que hayas conseguido o alguna cosa graciosa que haya pasado. Escribir es un ejercicio que nos ayuda a ser más conscientes de aquello que nos rodea y nos hace sentir bien, demos espacio también a esas pequeñas cosas.

Busca a la gente que te hace bien

Las personas somos seres sociales por naturaleza, y eso no significa depender de los demás, sino reconocer que el contacto humano, cuando es sano y nos aporta cosas positivas, puede tener un efecto favorecedor para nuestro estado de ánimo. Compartir un rato con alguien que apreciamos nos ayuda a sentirnos acompañados, comprendidos y emocionalmente más conectados.

No hace falta organizar grandes planes para cuidar esos vínculos. Pequeños gestos también cuentan: tomar un café con esa amiga que hace tiempo no ves, enviar un mensaje a alguien cercano para preguntar cómo está, ver una película en casa con tu pareja o jugar a un juego de mesa en familia. Son acciones sencillas, pero pueden ser valiosas. Nos recuerdan que no estamos solos y que el afecto cotidiano también es una forma de cuidarnos.

Puedes empezar poco a poco a incluir alguno de estos hábitos a tu día a día, a veces, al querer cambiar nuestra rutina nos proponemos objetivos tan grandes que los acabamos abandonando. Lo importante es buscar objetivos que se adapten a nuestra realidad y que podamos sostener con el tiempo.

Elige una sola cosa e inclúyela a tu día a día, algo que pienses que te puede sentar bien teniendo en cuenta tu momento actual, no subestimes el poder que un pequeño cambio puede hacer en tu estado emocional. Escuchándonos y escogiendo aquello que nos hace bien es como construimos una vida equilibrada.

¿Y tú, por dónde quieres empezar?
Aquí te dejamos algunas preguntas para ayudarte a reflexionar:

  • ¿Cuál de estos hábitos sientes que necesitas incorporar en tu día a día?
  • ¿Qué señales te da tu cuerpo o tu estado de ánimo cuando necesitas parar o cuidarte?
  • ¿Te permites celebrar las pequeñas cosas buenas que te pasan?

Preguntas frequentes

Depende del hábito y de cada persona, pero en general, con constancia puedes empezar a notar cambios positivos en tu bienestar en pocas semanas.

No, lo ideal es empezar con uno solo que se adapte a tu vida actual e ir incorporando otros poco a poco.

Pequeños hábitos, grandes cambios: cómo mejorar tu bienestar emocional en el día a día

En Centre Sukha exploramos lo desconocido y te ayudamos a superar los problemas con éxito aprendiendo de todo el proceso.

ISSN: 2938-1541

Psicóloga Esther Boada Martos
ISNI 0000 0005 0960 8001 | CEO at Centre Sukha

Fundadora y directora de Centre Sukha con Núm. Colegiada: 24465 por el Colegio Oficial de Psicólogos de Catalunya.

Durante su carrera profesional se ha enfocado en trabajar con diferentes problemáticas como trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, TDAH, bullying, problemas de conducta, traumas, problemas de autoestima etc.​ Especialidades: Psicóloga General Sanitaria · Terapeuta EMDR · Especialista en Trastornos Alimentarios y Obesidad · Especialista en TDAH (infanto-juvenil y Adultos).