La disonancia cognitiva es el malestar que sentimos cuando nuestras creencias y acciones se contradicen. Este concepto, clave en psicología, influye en cómo tomamos decisiones y justificamos nuestros actos.
En este artículo, exploraremos cómo surge este fenómeno y las formas en que lo enfrentamos en nuestra vida diaria.
¿Qué es la disonancia cognitiva?
La disonancia cognitiva se refiere a la tensión interna que surge cuando nuestras creencias, actitudes o valores entran en conflicto con nuestro comportamiento o con nuevas informaciones que las contradicen. Esta tensión nos provoca una sensación de incomodidad psicológica, lo que nos lleva a buscar maneras de aliviarla.
Un ejemplo típico de disonancia cognitiva es cuando una persona que se considera saludable sigue fumando a pesar de conocer los riesgos del tabaco. Aquí, el conflicto surge entre la creencia de que fumar es perjudicial y la acción de seguir fumando. Esta contradicción genera una incomodidad que el individuo intentará reducir de diversas formas.
Mecanismos de reducción de la disonancia cognitiva
Cuando experimentamos disonancia cognitiva, solemos buscar maneras de reducirla para restaurar el equilibrio psicológico. Existen varias estrategias que las personas pueden utilizar:
- Cambio de actitud o creencias: Una manera de reducir la disonancia es modificando nuestras creencias para que se alineen con nuestro comportamiento. En el ejemplo del fumador, podría convencerse a sí mismo de que fumar no es tan perjudicial como se dice.
- Cambio en el comportamiento: A veces, en lugar de cambiar nuestras creencias, optamos por modificar nuestro comportamiento para eliminar el conflicto. El fumador, por ejemplo, podría decidir dejar de fumar para reducir la disonancia entre su hábito y su creencia de que la salud es importante.
- Minimización o racionalización: Otra estrategia es minimizar la importancia del conflicto o racionalizarlo. El fumador podría decirse a sí mismo que “todos tenemos que morir de algo” o que “conozco a alguien que ha fumado toda su vida y está sano”, lo que reduce la disonancia sin necesidad de cambiar su comportamiento o creencias.
- Ignorar la disonancia: En algunos casos, las personas simplemente eligen ignorar o evitar las situaciones que generan la disonancia. En este caso, el fumador podría evitar leer sobre los efectos negativos del tabaco para no enfrentar el conflicto.
La disonancia cognitiva en la toma de decisiones
La disonancia cognitiva juega un papel crucial en el proceso de toma de decisiones. Una vez que hemos tomado una decisión importante, a menudo nos enfrentamos a la disonancia entre la opción elegida y las alternativas descartadas. Esto puede generar dudas o arrepentimiento. Para reducir este malestar, tendemos a buscar justificaciones que nos convenzan de que hemos tomado la decisión correcta.
Las personas, tras tomar la decisión, tienden a sobrevalorar los aspectos positivos de la opción elegida y a minimizar los negativos, lo que les ayuda a reducirla.
La disonancia cognitiva y la autoestima
Esta también está vinculada a la imagen que tenemos de nosotros mismos y a la necesidad de mantener una autoestima positiva. Cuando nuestras acciones no coinciden con la imagen que tenemos de nosotros mismos, podemos sentir una profunda disonancia.
Para protegerla, buscamos justificar comportamientos incoherentes con nuestros valores. Estas justificaciones pueden incluir excusas como “fue una pequeña mentira y no hará daño a nadie”, lo que hace que protejamos nuestra autoimagen.
Implicaciones de la disonancia cognitiva en la vida cotidiana
La disonancia cognitiva no solo afecta nuestra vida personal, sino que también tiene implicaciones en ámbitos como el trabajo, las relaciones interpersonales y el comportamiento social. Por ejemplo:
- En el trabajo: Un empleado puede experimentarla si no está de acuerdo con las decisiones de su empresa, pero sigue trabajando en ella por necesidad. En este caso, podría intentar justificar su permanencia con pensamientos como “no es tan malo” o “es solo temporal”.
- En las relaciones: También puede surgir en nuestras interacciones con los demás. Si tenemos una buena relación con una persona, pero descubrimos que ha hecho algo que va en contra de nuestros valores, podemos sentir una disonancia que nos lleve a reevaluar esa relación o a buscar explicaciones que justifiquen el comportamiento de la otra persona.
- Comportamiento social: Puede influir en cómo nos relacionamos con las normas sociales. Las personas pueden experimentar disonancia si se sienten obligadas a seguir normas con las que no están de acuerdo, lo que puede generar conflictos internos que buscan resolver a través de la conformidad o la rebeldía.
Por todo ello concluimos que, la disonancia cognitiva, es un fenómeno psicológico que juega un papel clave en nuestra vida diaria, ya que nos empuja a buscar coherencia entre nuestras creencias, actitudes y comportamientos. Al entender cómo funciona este mecanismo y las formas en que lo gestionamos, podemos ser más conscientes de cómo tomamos decisiones y cómo justificamos nuestras acciones.
Preguntas frequentes
Si no reducimos la disonancia cognitiva, podemos experimentar malestar emocional prolongado, estrés y, en algunos casos, problemas más profundos como ansiedad o baja autoestima.
No. La intensidad de la disonancia cognitiva varía en función de las creencias y valores personales de cada individuo, así como de la relevancia del conflicto en su vida.
En Centre Sukha exploramos lo desconocido y te ayudamos a superar los problemas con éxito aprendiendo de todo el proceso.
ISSN: 2938-1541
Fundadora y directora de Centre Sukha con Núm. Colegiada: 24465 por el Colegio Oficial de Psicólogos de Catalunya.
Durante su carrera profesional se ha enfocado en trabajar con diferentes problemáticas como trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, TDAH, bullying, problemas de conducta, traumas, problemas de autoestima etc. Especialidades: Psicóloga General Sanitaria · Terapeuta EMDR · Especialista en Trastornos Alimentarios y Obesidad · Especialista en TDAH (infanto-juvenil y Adultos).
