Última actualización: 27 marzo, 2024 - 07:38 pm
El consumo de alcohol en exceso puede alterar significativamente la dinámica de una relación de pareja. Lo que en un principio puede ser una actividad social o recreativa, puede convertirse en un problema cuando uno de los miembros de la pareja tiene adicción a esta sustancia. La persona que no bebe en exceso puede sentirse frustrada, desilusionada e incluso resentida hacia su cónyuge.
La dinámica de la relación afectada por el consumo de alcohol
El consumo excesivo de alcohol por parte de uno de los miembros de la pareja puede tener repercusiones profundas en la salud emocional y psicológica del otro. Inicialmente, lo que podría ser considerado como una actividad social o recreativa, se convierte en un desafío emocional cuando el consumo se sale de control. La persona que no bebe en exceso puede experimentar una amplia gama de emociones, desde la frustración hasta la desilusión y el resentimiento.
- Frustración: La persona que convive con un cónyuge que abusa del alcohol puede experimentar una creciente sensación de frustración. Esta frustración surge de la incapacidad para controlar el comportamiento de su pareja y de ver cómo el consumo de alcohol afecta negativamente la relación y la vida cotidiana.
- Desilusión: La desilusión se presenta cuando las expectativas y sueños compartidos en la relación se ven amenazados o desvirtuados por el consumo excesivo de alcohol. La persona afectada puede sentirse desilusionada al ver cómo la realidad de la relación no se corresponde con las expectativas que tenía.
- Resentimiento: El resentimiento es una emoción corrosiva que puede surgir cuando se siente que la otra persona está priorizando el alcohol sobre la relación y la familia. Este sentimiento puede intensificarse con el tiempo si no se abordan las causas subyacentes del consumo de alcohol y sus efectos en la relación.
A nivel psicológico, estas emociones pueden desencadenar estrés, ansiedad e incluso depresión en la persona afectada. La constante preocupación por la salud y seguridad del cónyuge, junto con la sensación de impotencia para cambiar la situación, pueden tener un impacto negativo en la salud mental de la persona afectada. La falta de apoyo emocional por parte del cónyuge que abusa del consumo de alcohol puede intensificar estos problemas y crear un ciclo de deterioro en la relación.
La Construcción de la Identidad y sus Implicaciones en la Relación
Este consumo por parte de uno de los miembros de la pareja también puede desencadenar una crisis de identidad en el otro. En este contexto, la persona que no abusa del alcohol se enfrenta a una serie de interrogantes que ponen en tela de juicio su percepción de sí misma y de la relación.
- Autoconcepto cuestionado: La convivencia con un cónyuge que bebe en exceso puede llevar a la persona afectada a cuestionar su propio autoconcepto. Se preguntan quiénes son realmente y cómo encajan en la dinámica de la relación. Esta incertidumbre puede socavar la confianza en sí mismos y generar dudas sobre sus propias capacidades y elecciones.
- Desafío de valores: El consumo excesivo de alcohol puede poner en conflicto los valores y principios de la persona que no bebe en exceso. Pueden surgir preguntas sobre la autenticidad de la relación y si los valores compartidos realmente tienen un significado para ambos miembros de la pareja. Este desafío puede llevar a una profunda introspección sobre qué es verdaderamente importante en la vida y en la relación.
- Dudas sobre la relación: La convivencia con un cónyuge que abusa del alcohol puede crear dudas sobre la naturaleza misma de la relación. La persona afectada puede preguntarse si realmente conoce a su pareja, si la relación está basada en una ilusión o si es posible construir un futuro juntos. Estas dudas pueden generar una sensación de inseguridad y ambivalencia sobre el futuro de la relación.
Estrategias de afrontamiento y búsqueda de ayuda
Es importante reconocer que no se puede cambiar a la otra persona, pero sí se pueden establecer límites saludables y buscar ayuda profesional, existen medidas que la persona afectada puede tomar para proteger su bienestar emocional y fomentar un ambiente más saludable en la relación.
- Establecimiento de límites saludables: Es fundamental que la persona afectada establezca límites claros y saludables con respecto al consumo de alcohol de su cónyuge. Esto puede implicar establecer límites en cuanto al tiempo, lugar y cantidad de consumo, así como comunicar de manera clara y firme las consecuencias de no respetar estos límites. Establecer límites saludables es un acto de autocuidado que protege la integridad emocional de la persona afectada y fomenta el respeto mutuo en la relación.
- Búsqueda de ayuda profesional: La terapia de pareja o individual puede ser una herramienta invaluable para abordar los problemas subyacentes relacionados con el consumo de alcohol y mejorar la comunicación dentro de la relación. Un terapeuta capacitado puede ayudar a identificar patrones de comportamiento dañinos, explorar las motivaciones detrás del consumo excesivo de alcohol y trabajar en estrategias de afrontamiento efectivas. Además, la terapia ofrece un espacio seguro para que ambas partes expresen sus preocupaciones, emociones y necesidades, lo que puede fortalecer la conexión emocional y la intimidad en la relación.
- Exploración de recursos comunitarios: Además de la terapia, la persona afectada puede beneficiarse de buscar recursos de apoyo en la comunidad. Esto puede incluir grupos de apoyo para familiares de personas con problemas de alcohol, programas educativos sobre el control del consumo de alcohol y servicios de consejería y apoyo social. La conexión con otras personas que enfrentan situaciones similares puede proporcionar un sentido de pertenencia, comprensión y empoderamiento.
Preguntas frecuentes
Sí, es normal experimentar una variedad de emociones, incluida la aversión, cuando se enfrenta a una situación estresante como esta. Sin embargo, es importante buscar ayuda para abordar estas emociones de forma constructiva.
Sí, una relación puede sobrevivir si ambas partes están dispuestas a trabajar en conjunto para superar los desafíos. Es fundamental buscar ayuda profesional y comprometerse con el proceso de recuperación y cambio.
En Centre Sukha exploramos lo desconocido y te ayudamos a superar los problemas con éxito aprendiendo de todo el proceso.
ISSN: 2938-1541
Fundadora y directora de Centre Sukha con Núm. Colegiada: 24465 por el Colegio Oficial de Psicólogos de Catalunya.
Durante su carrera profesional se ha enfocado en trabajar con diferentes problemáticas como trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, TDAH, bullying, problemas de conducta, traumas, problemas de autoestima etc. Especialidades: Psicóloga General Sanitaria · Terapeuta EMDR · Especialista en Trastornos Alimentarios y Obesidad · Especialista en TDAH (infanto-juvenil y Adultos).