El término “binge-watching” podría traducirse al castellano cómo “atracón de series” y hace referencia al consumo de múltiples episodios de una serie de televisión o mucho contenido audiovisual en una sola sesión, sin pausas significativas. Actualmente, no existe un consenso sobre cuánto contenido se debe consumir para considerarse un “binge-watcher”, pero muchos autores, investigadores, o psicólogos marcan la línea en más de 3 episodios “de una sentada”.
Este fenómeno ha tomado mucho peso en los últimos años debido al surgimiento de muchas plataformas de streaming, entre las más conocidas se encuentran Netflix, HBO, Disney+ y Amazon Prime. El modelo en qué estas plataformas funcionan se basa en poder acceder a temporadas completas de series de televisión o una amplia gama de documentales y películas de forma inmediata.
Además, poseen una opción conocida como el “autoplay” en el que la reproducción del contenido es ininterrumpida, esto quiere decir que los capítulos, una vez finaliza uno, de forma automática empieza el siguiente. Esta forma de reproducción favorece que las personas consuman mucho más contenido y de forma más continuada. En otras palabras, favorece que las personas se “enganchen”.
Entre otras posibles causas del surgimiento de este tipo de comportamiento toma como otro precursor la pandemia de infección por COVID-19, que ocasionó un confinamiento mundial obligatorio, donde las personas tuvieron que mantenerse encerradas en su casa durante semanas.

¿Qué perfil de persona se considera un binge-watcher?
Binge-watcher hace reference a aquellas personas que disfrutan de ver películas y series en su tiempo libre y que pueden perfectamente realizarlo durante horas, sin descanso. El 70% de los jóvenes en EE.UU se consideran a sí mismo binge-watchers, y lo ven cómo algo normal e incluso positivo puesto que se sienten que forman parte de una comunidad al poder conversan con sus más allegado o sus compañeros de trabajo sobre series que estén en auge. Este hábito de “atracón de televisión” es muy común entre jóvenes de 14 a 35 años y parece que son los “millenians” los que más lo realizan.
Tipos de consumidores
Se distinguen tres tipos distintos de consumidores: streamers, marathoners y DVRes o “DVR viewers”. Los streamers son aquellos que corresponden con lo mencionado hasta el momento, aquellos usuarios que consumen contenido a través de plataformas de streaming online. Los marathoners los que hacen “binge-watching” usando la televisión tradicional y los DVRes son los que graban sus programas o series favoritas en un dispositivo de grabación digital para verlo más adelante, a su ritmo, y eliminando los anuncios.
¿Es entretenimiento inofensivo o hábito adictivo?
Hoy en día nadie tiene realmente la respuesta a esta cuestión puesto que no hay todavía suficiente investigación al respecto. Sin embargo, sí que se puede evaluar cómo puede afectarnos, qué conlleva el binge-watching, y sus posibles efectos positivos y negativos en los consumidores.
El año pasado, en 2024, Heliyon publicó un artículo basado en un estudio que evaluaba cómo la influencia social, es decir, nuestro entorno cercano, puede afectar en la percepción qué se tiene del binge-watching así como impulsar en la participación o realización de este comportamiento. Se concluyó que la percepción general de este comportamiento es de utilidad o beneficio cuando más lo practicase el entorno. Es decir que sí tus amigos o familiares creen que ver varios capítulos de una sentada es algo positivo porque les traen beneficios, la probabilidad de que te involucres es significativamente alta.
Por otro lado, en 2021, en la Universidad de Salamanca publicó un artículo alertando de los posibles efectos negativos del binge-watching en los que se destacaban posibles problemas emocionales cómo el aislamiento, los sentimientos de culpa o incluso síntomas depresivos. También expresaron su preocupación por cambios de actitud de conductas cómo la alteración del sueño y el descenso de hábitos de higiene.
Estar durante horas viendo la TV conlleva a problemas de salud física cómo son los dolores corporales, la mala postura y alimentación, puesto que el consumidor prefiere pedir comida a domicilio o comer comida preparada para precisamente seguir consumiendo el contenido audiovisual. Por último, parece que este tipo de comportamientos fomentan la reducción del tiempo de estudio, la disminución de la práctica de deporte o de interacción social.
En conclusión, el binge-watching es un fenómeno que, si bien ha revolucionado la forma en que consumimos contenido audiovisual, también plantea importantes interrogantes sobre sus implicaciones en la salud mental, física y social de los individuos. Aunque puede ser una fuente legítima de entretenimiento y conexión social, especialmente en un contexto cultural cada vez más digitalizado, su práctica excesiva puede derivar en consecuencias negativas. Por ello, es fundamental fomentar un consumo consciente y equilibrado, que permita disfrutar de las ventajas del streaming sin comprometer el bienestar personal ni las rutinas cotidianas.
Preguntas frequentes
Por el auge de plataformas de streaming y el confinamiento por la pandemia de COVID-19.
La influencia del entorno social y funciones como el autoplay que fomentan el consumo continuado.

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ISSN: 2938-1541

Fundadora y directora de Centre Sukha con Núm. Colegiada: 24465 por el Colegio Oficial de Psicólogos de Catalunya.
Durante su carrera profesional se ha enfocado en trabajar con diferentes problemáticas como trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, TDAH, bullying, problemas de conducta, traumas, problemas de autoestima etc. Especialidades: Psicóloga General Sanitaria · Terapeuta EMDR · Especialista en Trastornos Alimentarios y Obesidad · Especialista en TDAH (infanto-juvenil y Adultos).