Drenaje linfático
El drenaje linfático trabaja sobre el sistema circulatorio para mejorar la calidad de vida de cada persona. Actúa a nivel estético, post quirúrgico o post traumático.
Cómo funciona el drenaje linfático
El drenaje linfático es un tipo de masaje suave, lento e indoloro que se aplica sobre el sistema linfático y repercute en el sistema circulatorio. El objetivo es movilizar los líquidos del organismo para favorecer la eliminación de las sustancias de desecho que a veces se acumulan en nuestro cuerpo. Además, tiene una relación directa con el sistema nervioso neurovegetativo y sobre la inhibición de los estímulos dolorosos que se traducen en un efecto sedante y relajante.
El drenaje linfático actúa en:
- Linfedema Primario
- Linfedema secundario
- Lipedema
- Estrés (por el efecto sedante)
- Dolores de cabeza, migrañas, cefaleas
- Hematomas, contusiones, esguinces
- Insuficiencia venosa crónica
- Post-cirugía vascular, plástica, etc.
El drenaje linfático se combina con otras técnicas para buscar la máxima efectividad con técnicas como, la posición de drenaje y la Fisiokinesiterapia.
- Fisioterapia deportiva
- Fisioterapia musculoesquelética
- Fisioterapia neurológica
- Fisioterapia respiratoria
Preguntas frecuentes
¿Para qué sirve y cuánto dura el efecto del drenaje linfático?
El drenaje linfátivo favorece la circulación y es muy recomendable para personas que tienen problemas circulatorios, piernas cansadas, varices o como un complemento a tratamiento de adelgazamiento. El tratamiento consiste en un masaje con movimientos suaves, lentos y repetitivos en las zonas de las piernas, gluteos o abdomen. Cada sesión dura 60 minutos y los beneficios son diferentes en cada persona, en función de sus características y el resultado que se quiera conseguir.
¿Cuántos masajes de drenaje linfático son necesarios?
El número de masajes de drenaje linfático dependerá no solo de la condición de la persona, sino de los objetivos perseguidos con el tratamiento. Por norma general, el tratamiento consta de 10 a 20 sesiones, siendo estas más frecuentes al inicio del tratamiento (2 sesiones/semanales) y a medida que se mejora se podrán ir espaciando en el tiempo (1 sesión/quincenal). Es importante hablar con un fisioterapeuta o terapeuta de masaje cualificado para obtener una recomendación específica para su situación.